Presentación

Hola!
Gracias por visitar mi blog. Aquí encontrarán todo tipo de recursos que hemos utilizado, o que utilizaremos próximamente, en las distintas cursadas. También material complementario.

Mis alumnos me desafían, qué hago?

Mis alumnos me desafían, qué hago?


"El alumnado diagnosticado con TDAH presenta conductas altamente disruptivas y que desafían la autoridad", postea La WEB de Maestro CMF. Sin embargo, todos aquellos que trabajamos en el aula sabemos que en todos los niveles los y las niñas, los y las adolescentes desafían permanentemente nuestra autoridad.
Estas conductas que muchas veces se presentan en la etapa de formación inicial del vínculo docente- alumno/a resquebrajan la relación, haciendo más difícil nuestra tarea. Quién no ha sentido en algún momento de la carrera docente la frustración palpitante y anticipada antes de entrar a un curso con uno, dos, tres o veinte alumnos desafiantes. Cuántos colegas han salido llorando de sus primeras prácticas o incluso más de uno ha decido replantearse su futuro. Ustedes mis alumnas del tercer año del profesorado son profesoras de vanguardia. Es cierto que aún les falta la experiencia que les dará muchísimos recursos, pero asumirán sus carreras con otras herramientas prácticas y teóricas que nosotros no tuvimos al comenzar nuestras carreras. Herramientas que aportan la neurociencia, la psicología infantil, la psicopedagogía, etc.


PRIMERO, LO PRIMERO

Es importante tener siempre presente que en el aula se dan relaciones asimétricas, en las cuales el docente es la figura de autoridad, es la persona experta y profesional de la educación, por lo tanto se espera que tenga cierta capacidad para controlar la conducta del alumno/a a  la vez que pueda manejar su propias emociones y en base a eso su proceder. (Este tema derivará más adelante en otro posteo sobre Inteligencia Emocional).
Esta habilidad del docente, que se desarrolla ejercitándola, como todas; tiene que permitirnos anticipar la conducta, es decir interpretar el lenguaje corporal de nuestros alumnos/as para reconocer el momento en que está "a punto de saltar".
Esto nos exige estar atentos, y ser muy cuidadosos. Es importante ser justos y coherentes en nuestra gestión en el aula. Recordemos que los y las niñas, así como los y las adolescentes son muy sensibles a la injusticia, por eso, si es necesario es mejor detenerse a resolver primero la situación que puede derivar en una crisis difícil y desagradable.

FALTAS DE RESPETO Y RETO A LA AUTORIDAD

Muchas veces hemos dicho que el respeto se enseña respetando y la autoridad se construye. ¡Qué fácil sería poder obtenerla por transferencia directa! La verdadera la autoridad se construye con las decisiones que vamos tomando en el aula, con el respeto y las respuestas que les damos a nuestros alumnos/as. Por eso les decía que es más frecuente encontrarse con estas situaciones al principio del vínculo, cuando nos estamos conociendo. Pero, si logro establecer un vínculo de respeto mutuo es menos frecuente observar estas conductas. Rebeca Wild (una pedagoga que probablemente amarán) decía "Si están bien, se portan bien".
Ahora bien, están pensando, hasta acá todo bien, muy teórico, pero qué hacemos concretamente en el aula. Acá va:

* NO ENTRO EN DISCUSIÓN CON EL ALUMNO/A: El docente es la autoridad y eso no es cuestionable, pero no significa NUNCA humillar, ni enredarse en discusiones sin sentido, para quedar por encima y mostrar autoridad. Esa autoridad que se está queriendo imponer no puede parirse en una discusión.

* RETIRO LA ATENCIÓN: Muchas veces nuestra atención es el estímulo que alimenta la conducta disruptiva. Un amable y simple "lo podemos charlar después..." puede retirar la atención. Se le hará ver que su conducta o comentario fue indeseable pero posteriormente y en PRIVADO.

* NO UTILIZAMOS LA COMUNICACIÓN AGRESIVA: Es muy importante el manejo de la voz y el lenguaje corporal, especialmente en esos momentos de crisis. Es preferible usar un tono suave, sin gritar, no demasiado cerca y nunca agarrar o retener al alumno/a o apuntar con el dedo. Si no se sube el tono es más difícil que la otra persona lo haga. Se puede ser contundente sin ser agresivo.

* NO CONFRONTAMOS: La idea es desactivar, no "echar más leña al fuego". En este sentido es valioso entender la importancia de la activación momentánea. Si se ha conseguido controlar la conducta de quien desafía, hay de tener presente que tanto el adulto como el alumno/a aún tienen un nivel de alerta alto (arousal) que genera una mayor probabilidad de emitir respuestas negativas.

* NO SANCIONAMOS EN EL MOMENTO: Es el momento de conciliar, la sanción vendrá después y si es en privado mejor. Es muy importante que a la hora de sancionar evitemos las expiatorias, en términos piagetanos. Busquemos una sanción recíproca que sea a la vez parte de la solución, lo mejor sería pensarla junto con el alumno/a.

* OFRECEMOS NUEVAS OPORTUNIDADES: El profesorado dejará siempre una "puerta abierta", una oportunidad para que, ya sea inducido o por voluntad propia, el alumno/a pueda pedir perdón, resarcir el daño, etc.


Espero que éstas herramientas les sean de utilidad, nos seguimos leyendo...


                                                                          Carolina Bareiro


Fuente: http://webdelmaestrocmf.com

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