Frasco de la Calma
por Elena Merina
El Frasco de la calma es una herramienta muy buena para
ayudar al niño a calmarse cuando el niño entra en un enfado incontrolable, ya
que al niño pequeño le cuesta controlar la frustración, esta herramienta ayuda
al niño a volver a un estado de mayor tranquilidad. Cuando el niño está en esa
fase incontrolable, no es el momento de hablar con él, ya que el primer paso es
lograr que se calme. Una vez calmado, es cuando hablaremos con él.
El funcionamiento del frasco de la calma es sencillo, el
niño agitará el frasco y se concentrará en el movimiento del líquido que
contiene, el cual es muy llamativo y atrayente para el.
El permanecer concentrado en esos movimientos ayudará al
niño a que baje sus pulsaciones y se vaya tranquilizando poco a poco.
Para hacer la botella de la calma necesitamos:
-Un bote de vidrio o plástico. En esta ocasión me decanto
por el plástico sobre todo con niños pequeños, ya que en un momento de enfado
pueden tirar el frasco al suelo.
– Purpurina
– Pegamento líquido transparente
-Agua caliente
Aquí os dejo la parte del vídeo en donde se ve cómo realizar
esta botella de la calma.
En relación con el uso de colores, podéis realizar
diferentes botes de la calma de colores, en donde el niño pueda elegir el bote
que mejor exprese su estado de ánimo.
Es interesante incorporar este Bote de la Calma o frasco de
la calma a lo que llamamos Mesa de la Paz, esto es, una zona donde el niño
tenga herramientas que le ayuden a tranquilizarse y resolver conflictos.
Un palo de lluvia, que aquí os adjunto una imagen también, puede hacer
igualmente una muy buena combinación.