Para conocer la realidad de una sociedad es necesario
realizar un análisis multidisciplinario, es decir que involucre a muchas
disciplinas científicas. Deben ser científicas para que el resultado del análisis
sea confiable. No es una tarea sencilla, por ello intervienen numerosos
especialistas, cada uno de ellos aportando sus conocimientos específicos, que
son el resultado de años de estudio en las universidades.
La Historia, la Geografía, la Sociología, la Política y la Antropología son sólo
algunas de las ciencias sociales que se ponen en juego a la hora del estudio de
una sociedad. La tarea es tan compleja que siempre terminan pidiendo la ayuda
de otras ciencias; la Biología,
la Química, la Economía, etc. siempre
salen al rescate.
Pero, ¿Qué estudiamos de cada sociedad? Todo. Cada uno de
los acontecimientos y situaciones del mundo social, siempre cuanto tenga alguna
relevancia; desde el origen de nuestra organización nacional hasta el diseño y
el uso de los espacios urbanos. Además cada uno de los acontecimientos puede
analizarse de distintos puntos de vista.
Esto ocurre porque los hechos no suceden de manera aislada;
sino dentro de un contexto, es decir en un tiempo y en un espacio determinado,
donde las personas interactúan condicionadas por su propia cultura.
Entendemos que la sociedad es un complejo entramado o tejido donde cada hilo va cruzándose con
otros para formar una trama. Así es posible referirse a las dimensiones política,
económica, social o cultural de una sociedad. Cada disciplina pone énfasis en
una de éstas dimensiones, recorta la realidad para poder estudiarla mejor. De esta
manera se delimita el objeto de estudio.